Espíritu del 12 de febrero. Discurso de Arias Navarro. 12-2-1974
Espíritu del 12 de febrero. Discurso de Arias Navarro
El espíritu 12 de febrero fue un programa tímidamente reformista que protagonizó Carlos Arias Navarro, presidente del
último gobierno de Francisco Franco en España.
Se tomó como nombre la fecha de un discurso pronunciado en esa fecha de 1974 ante las Cortes Españolas, cuyo punto
más importante fue el de asociacionismo político, que se debería concretar posteriormente.
Hechos posteriores, como la conocida Revolución de los claveles de Portugal (abril de 1974), hicieron que Arias Navarro
se replanteara el nuevo estatuto de asociacionismo, de forma que nunca se llevó a cabo su apertura real, dejándolo prácticamente
como estaba: Las "asociaciones políticas" previstas deberían tener un mínimo de 25.000 afiliados y una presencia en al menos
quince provincias. Por supuesto tenían que ser asociaciones compatibles con el Movimiento Nacional. Así que sólo unos cuantos
falangistas sacaron provecho de este nuevo estatuto.
Carlos Arias Navarro
1974
Ley 21/1976, de 14 de junio, sobre el Derecho de Asociación Política.
Ley de Asociaciones Políticas, Estatuto de Asociaciones Políticas y Derecho de Asociación Política, fueron los nombres
que recibieron durante la transición española los distintos intentos de aperturismo durante el franquismo final y las fases de la
transición española anteriores a la convocatoria de las elecciones de 15 de junio de 1977. Se pretendía evitar el nombre de
partidos políticos, que inequívocamente reflejaría la pretensión de crear un sistema multipartidista que superara el unipartidismo
del Movimiento Nacional franquista, mecanismo totalitario de inspiración fascista que pretendía englobar la totalidad de las
expresiones de la vida pública e incluso privada, y que desde el Decreto de Unificación de 1937 sólo permitía la existencia de un
partido político que englobaba a todos los que apoyaron el Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936: Falange Española
Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, al que ni siquiera era aceptado designar con la palabra «partido».
La expresión elegida para el nuevo mecanismo de participación, «asociaciones políticas», era lo suficientemente ambigua como
para permitir todo tipo de interpretaciones.
Posteriormente, el gobierno de Adolfo Suárez (segundo de la monarquía de Juan Carlos I), propició la Ley 21/1976, de
14 de junio, sobre el Derecho de Asociación Política,4 y un Registro de Asociaciones Políticas, que para el 2 de octubre publicitó
haber recibido 22 solicitudes, de las que se habían aceptado 10
1976
Decreto ley 7/1974, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto Jurídico del Derecho de Asociación Política.
Inicialmente, fue el último presidente del gobierno de Franco, Carlos Arias Navarro, el que declaró su intención de
impulsar las asociaciones políticas en su discurso denominado espíritu del 12 de febrero de 1974. A pesar de la rectificación
posterior, consecuencia la oposición radical del denominado búnker (los partidarios de mantener intacto el sistema político
franquista, que se expresó en un artículo de José Antonio Girón de Velasco —el gironazo, 28 de abril de 1974, diario Arriba—),2 y
de la coyuntura revolucionaria que se estaba viviendo simultáneamente en Portugal (revolución del 25 de abril o de los claveles),
se promulgó el decreto-ley 7/1974 de 21 de diciembre, de Estatuto de Asociaciones Políticas (Estatuto Jurídico del Derecho de
Asociación Política), muy restrictivo
1974