Descripción
El estado de tensión que dio lugar a los sangrientos sucesos que estallaron el fin de semana en la ciudad rumana de Timisoara, en donde se contabilizaron entre 400 y 1.000 víctimas mortales, se ha extendido desde ayer a la capital, Bucarest, cuyas calles se hallan patrulladas por el Ejército y la policía.