El partido comunista de Chile. Desde su tradici�n aliancista al aislamiento pol�tico (1922-1989)

El partido comunista de Chile. Desde su tradici�n aliancista al aislamiento pol�tico (1922-1989)

Hern�n Adri�n Venegas Valdebenito

2009

Universidad de Huelva

Esta investigaci�n tiene como objetivo central el an�lisis del Partido Comunista de Chile (PCCh). uno de los principalesreferentes de la izquierda chilena. El an�lisis se proyecta hasta 1989, fecha en la que el regreso a la democracia lo releg� a unasituaci�n de marginaci�n, originada tanto en el sistema pol�tico como en su incapacidad para insertarse adecuadamente en esenuevo marco. Se trata de una de las organizaciones nacionales de mayor trayectoria en el sistema pol�tico durante el siglo XX, porlo que su seguimiento a trav�s de las distintas fases del desarrollo nacional, no s�lo aporta luces acerca de su propia existencia ycaracter�sticas, sino que ayuda a ilustrar lo que ha sido la evoluci�n de la pol�tica chilena en su camino de profundizaci�ndemocr�tica. Es posible sostener la hip�tesis que. a pesar del transitorio abandono de esta l�nea institucionalista, a fines de lad�cada de 1920. el partido exhibi� a lo largo de su historia una notable continuidad en su l�nea de acci�n y definici�n pol�tica. Estal�nea fue aceptada incluso en los �lgidos mementos en que la organizaci�n fue excluida del sistema pol�tico, o cuando seagudizaron los conflictos a fines del gobierno del Presidente Salvador Allende (1970-1973) en que. a contrapelo de lo queplanteaba una parte de la izquierda, la colectividad insisti� en los acercamientos hacia la Democracia Cristiana, el partido decentro predominante, defendiendo la v�a pac�fica de tr�nsito al socialismo con participaci�n de masas. La hip�tesis central que sesostiene es que esa notable continuidad hist�rica se reforz�, no obstante la nueva lectura que se hizo de ella, a principios de lad�cada del 1980 cuando la direcci�n de la colectividad anunci� la aceptaci�n de la pol�tica de Rebeli�n Popular de Masas y. por lotanto, la necesidad de relevar como decisivo el empleo de \"todas las formas de lucha\", incluyendo la violencia aguda, en suoposici�n a la dictadura militar. En las versiones originales de la Rebeli�n Popular, la lucha de masas sigui� jugando un rol centralen el contenido te�rico y de su pr�ctica tal como hab�a ocurrido a lo largo del siglo, lo que finalmente hace discutible la tesis delcambio de l�nea. La sinton�a con las masas, la necesidad de trabajar con ellas y que las mismas hicieran de actor principal en supropuesta, constituyen el elemento de mayor continuidad hist�rica, independientemente de si lo que se asume es la v�a electoral,las alianzas amplias o el uso de la violencia, que finalmente deben ser reconocidas como herramientas pol�ticas cuyo uso seenfatiza de acuerdo a la evoluci�n del contexto hist�rico en que se sit�e la experiencia del partido. En definitiva, lo m�simportante de la l�nea comunista no son sus m�todos de acci�n pol�tica -que pueden cambiar seg�n el contexto particular- sino elactor social al cual consideran como pieza central de su acci�n y teor�a pol�tica. La complejidad radica en que el concepto de masases una abstracci�n que el propio PCCh dif�cilmente aclar� y que. por el contrario, fueron definiciones que se modificaron enconsonancia con el acontecer hist�rico. As� inicialmente \"masas\" podr�an ser considerados los obreros organizados o no, m�sadelante componentes campesinos y algunos actores urbanos y s�lo a fines de los sesenta el contenido de masas asumi� unespectro m�s amplio, aunque continu� siendo difuso. Dentro de esa ambig�edad, el concepto de \"masas\" inclu�a a sindicatos, agrupaciones de pobladores, e incluso actores sociales y pol�ticos influenciados por otros partidos. El elemento de quiebre en laestrategia comunista desde 1980 est� dado m�s bien por la incorporaci�n de un nuevo m�todo de acci�n pol�tica que consinti� elejercicio de cuotas de violencia, aunque no necesariamente de enfrentamiento militar. Esto no se plante� como alternativa entredemocracia y socialismo, pues, salvo peque�as digresiones, nunca se puso en duda que el objetivo de la movilizaci�n social estabaencaminado a una recuperaci�n democr�tica que surgir�a natural luego de la derrota de la dictadura, cualquiera fueran los mediosempleados. (tesis.com)

Encarnaci�n Lemus L�pez

Espa�a

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