China: el gigante asi�tico que a�n guarda sorpresas. Art�culo de prensa.

Título

China: el gigante asi�tico que a�n guarda sorpresas. Art�culo de prensa.

Autor

Jos� Miguel Moreno

Fecha

15/12/2016

Fuente

Forbes

Descripción

El art�culo analiza la situaci�n actual de la econom�a China y ofrece datos que ponen de manifiesto un ritmo de crecimiento inferior del que se�alan las autoridades del pa�s.

Texto original

Las se�ales de que algo anda mal en la econom�a del gigante asi�tico son inequ�vocas. Pero tambi�n es cierto que es una naci�n a�n indescifrable y no es posible saber qu� le puede deparar al mundo.
Por Jos� Miguel Moreno

En China la eco�nom�a se frena, la bolsa se hun�de, empresas en�tran en moratoria, el banco central baja las tasas y de�val�a el yuan y el gobierno anuncia medidas esperp�nticas para detener la masacre del Shangai Composite. Sin embargo, el gigante amarillo es todav�a una gran caja negra.
Nadie sabe bien a bien lo que sucede en su econom�a. Durante la primera mitad del a�o, la expansi�n de su Producto Interno Bruto (PIB) ha sido de 7%. Esa tasa coincide con el objetivo de crecimiento para todo 2015. As� que, sobre el papel, la econom�a marcha tal y como lo ten�a planeado el politbur� chino, que di�rige el rumbo econ�mico del gigante amarillo con toda meticulosidad.
Que en medio de una econom�a planetaria tan endeble (con la ex�cepci�n de Estados Unidos) la China crezca a una tasa de 7% es un prodi�gio. Pero a ellos les sabe a poco. De confirmarse esa tasa, ser�a el quinto a�o consecutivo de desaceleraci�n desde que en 2010 se expandiera a un ritmo de 10.6%, y la tasa m�s baja de crecimiento desde 1990.
Pero el verdadero problema no es ese, sino que pocos creen en las cifras oficiales. Las sospechas entre los analistas es que China crece a un ritmo sustancialmente inferior al que dicen las autoridades. Las suspicacias se basan en tres claros indicios: uno, las exportaciones, el principal motor de crecimiento de la econom�a china en d�cadas, est�n por completo estancadas este a�o; dos, la deman�da interna, que debi� relevar la desaceleraci�n de las ventas externas, tambi�n ha perdido dinamismo; y tres, el derrumbe de los precios de las materias primas indica que, en efecto, la gran f�brica del mundo se est� parando.
Las exportaciones chinas se detuvieron de repente. De enero a julio registraron una moderada con-tracci�n de 0.5%, nada que ver con el crecimiento de 6% en 2014, ni con las tasas cercanas a 8% en 2012 y 2013. Y menos con los explosivos crecimientos de 2011, de m�s de 20%, y 2010, de m�s de 30%.

El renmimbi y m�s
El frenazo se debe a cuatro factores: primero, la apreciaci�n del yuan, que encareci� paulatinamente las expor�taciones chinas. A partir de julio de 2005, y tras ocho a�os en los que el renmimbi cotiz� a un tipo de cam�bio fijo de 8.28 yuanes por d�lar, el Banco Popular de China flexibiliz� su r�gimen cambiario y dio inicio la apreciaci�n del yuan; su nivel m�s alto lo alcanz� en enero de 2014: lleg� a los 6.04 yuanes por d�lar.
En segundo lugar, y al tiempo que el renmimbi se fortalec�a, el resto de divisas del mundo se devaluaron en el �ltimo a�o. Es el caso del rublo ruso y del yen japon�s, dos de sus grandes competidores, cuyos pro�ductos han ganado competitividad frente a los chinos, por ejemplo, en el sector sider�rgico.
En tercero est� el aumento de los costos laborales. Conforme la econom�a china se moderniza, los j�venes estudian m�s y la afluencia de trabajadores del campo mengua. En consecuencia, los obreros exigen mejores condiciones y los salarios suben, lo que tambi�n ha restado competitividad a las exportaciones. En 2014, el salario promedio en las zonas urbanas subi� 9%. La tendencia es m�s mar�cada en el sector privado: los sueldos subieron 11.3% nominal contra el a�o pre�vio. En d�lares, los salarios se han m�s que quintupli�cado en una d�cada.
El cuarto factor que ha socavado las exportacio�nes es la d�bil demanda global. El cambio de modelo macroecon�mico de China, de uno orientado a las exportaciones a otro basado en la demanda interna, tampoco ha dado resultados. La des�aceleraci�n de las ventas minoristas, la inversi�n fija y la producci�n industrial corroboran la falta de vitalidad de la econom�a china.
En julio, esos tres indicadores resultaron m�s flojos que lo previsto. Por ejemplo, la producci�n indus�trial apenas aument� 6.0% contra julio del a�o pasado, comparado con 6.8% en junio y por debajo del 6.6% estimado por los analistas. En lo que va del a�o, la actividad in�dustrial apenas ha crecido 6.3%, en contraste con el 8.8% en el mismo lapso del a�o pasado. La inversi�n en activos fijos creci� 11.2% en los primeros siete meses del a�o, la tasa m�s baja desde 2000 y las ventas minoristas crecieron en promedio 10.4% de enero a julio, contra 12.1% en mismo lapso de 2014.
Finalmente, el derrumbe de las materias primas tambi�n delata la debilidad de ese gran comprador de insumos que es China. Con la excepci�n del petr�leo y el gas, en los que es superado por Estados Unidos, es el mayor consumidor de carb�n, aluminio, n�quel, zinc, cobre o mineral de hierro, y pr�cticamente acapar� todo el crecimiento de la demanda de materias primas en los �ltimos a�os. Pero ahora, las materias primas se despedazan y la causa principal es la debilidad de las compras chinas �la excep�ci�n son los energ�ticos, donde la flaqueza de la demanda de China se combina con el exceso de oferta de Estados Unidos, la OPEP y otros productores. El �ndice de materias primas de Bloomberg se encuentra en m�nimos en 16 a�os.

�Creerle al gobierno?
Resultado del comportamiento de esas tres variables, se sospecha que la econom�a china crece menos de lo que nos dicen. Adem�s, la reacci�n de Pek�n a los acontecimientos tam�bi�n hace pensar que la realidad es m�s l�gubre que lo que indican los datos oficiales y que el gobierno est� resuelto a espolear el crecimiento para cumplir sus objetivos.
Desde noviembre, el Banco Popular de China ha intervenido en el mercado de dinero, inyectando liquidez al sistema financiero. En este tiempo, ha recortado las tasas de inter�s en cinco ocasiones y en lo que va del a�o ha reducido los requerimientos de reservas en tres momentos (m�s una disminuci�n adicional dirigida a ciertos bancos).
Adem�s, a mediados de agosto el gobierno chino anunci� un paso m�s en su pol�tica de flexibilizar el r�gimen cambiario, lo que condujo a la mayor devaluaci�n del yuan desde 1994. La medida en s� no es necesariamente mala; lo que no gust� es que lo anunciara a su manera, de manera sorpresiva, sin avisar a nadie ni evaluar si era el momento m�s conveniente para todos. Eso hace pensar que la raz�n de fondo detr�s de la decisi�n de de�valuar el yuan no es tanto flexibilizar su r�gimen cambiario para que lo determine la oferta y demanda en el mercado, sino ayudar a la econo�m�a en dos frentes: uno, alentar de nuevo el crecimiento a trav�s de las exportaciones; y dos, generar pre�siones al alza en los precios ante los bajos niveles de inflaci�n.
Pero a pesar de los esfuerzos del gobierno por controlar y dirigir el rumbo de la econom�a, no cesan los sustos y sobresaltos, lo que hace pensar que algo en su econom�a empieza a fallar. Los frentes son muchos: no s�lo la econom�a pierde fuelle, sino que existe una colo�sal burbuja de cr�dito; el sector inmobiliario est� sobrecalentado; el principal referente de su mercado burs�til, el Shangai Composite, est� en ca�da libre tras los excesos del �ltimo a�o; el endeudamiento de las compa��as es el m�s grande del mun�do; y el cr�dito dom�stico del sector bancario tambi�n est� muy inflado.
Para cada frente, las autoridades recurren a su poder intervencionis�ta. Algunas veces, de forma orto-doxa, recurriendo a los mecanismos propios del mercado. Pero otras veces lo han hecho de la manera m�s anticonvencional. Lo malo es que todas ellas producen efectos contraproducentes.
Suministrar m�s dinero barato a la econom�a mediante el recorte de tasas de inter�s es el m�todo m�s efectivo y poderoso. Pero el gobierno se lo piensa dos veces antes de anun�ciarlo y s�lo recurren a ello cuando la situaci�n es demasiado cr�tica. Cada vez que lo hacen, la econom�a respira. Pero al mismo tiempo saben que envenenan las arterias de su sistema financiero con m�s cr�dito barato que no hace sino inflar m�s las burbujas existentes.
El Banco Popular es consciente de esa adicci�n de la econom�a al dinero f�cil: no s�lo los niveles de oferta monetaria y cr�dito son muy altos, tambi�n su ritmo de creci�miento es muy elevado. Desde 2008, el crecimiento del cr�dito ha supera�do sistem�ticamente el aumento de PIB nominal en todos los trimestres.
Ese diagn�stico lo comparten los organismos internacionales. El Fon�do Monetario Internacional (FMI) ha advertido a China que deber�a mudar su patr�n de crecimiento, dependiente en exceso de la expan�si�n del cr�dito y su impacto en la inversi�n, pues le genera �crecientes vulnerabilidades� que pueden des-embocar en un �aterrizaje forzoso�.
Esa instituci�n recomendaba a China, precisamente, moderar su crecimiento, dome�ar la expansi�n del cr�dito, rebalancear su modelo econ�mico y acometer reformas para que no estuviera propulsada, una y otra vez, por la inversi�n y la deuda. El FMI se�al� que la medi�ci�n m�s amplia de cr�dito aument�, como porcentaje del PIB, 73% en los �ltimos cinco a�os. En su an�lisis destac� que, en los �ltimos 50 a�os, s�lo cuatro naciones registraron un crecimiento tan explosivo del cr�dito y su destino final fue una gran crisis bancaria. De modo que en lo que se refiere a la pol�tica moneta�ria, China se tiene que mover en esa delgada l�nea que supone alentar el consumo y la inversi�n sin que el cr�dito, el apalancamiento y las bur�bujas se les vaya de las manos.
Devaluar el yuan para impulsar las exportaciones y el crecimiento tambi�n ha significado alg�n severo contratiempo. El m�s relevante fue que pudo acentuar la estampida de capitales de la bolsa china, al tiempo que los principales competidores de la regi�n depreciaban sus mone�das para no perder competitividad contra el yuan. El resultado fue un brutal episodio de inestabilidad financiera a finales de agosto, que nos record� a las semanas m�s tur�bulentas de 2008 y 2009, en plena Gran Recesi�n. Por tanto, y en lo que se refiere a la pol�tica cambiaria, el objetivo del gobierno consiste en balancear los beneficios sobre las exportaciones contra los riesgos de huida de capitales.
Finalmente, cuando las bolsas se hunden, los mecanismos de intervenci�n del gobierno chino han sido mucho m�s heterodoxos. Levant� barricadas de todo tipo: cancel� la salida de nuevas empre�sas a bolsa, restringi� las operacio�nes que apuestan por una ca�da de las acciones, oblig� a los grandes tent�culos financieros del gobier�no a comprar acciones, prohibi� a los grandes inversionistas vender acciones, suspendi� las cotizacio�nes de muchas empresas, y as�. Esa artiller�a de medidas, fuera de la l�gica del mercado, ha tenido un alto costo para China, tanto financiero como pol�tico: no s�lo gastaron mucho dinero con escaso �xito para detener la ca�da, sino que socav� los recientes esfuerzos reformistas del pa�s por integrarse a unos mercados financieros abiertos y libres, lo que al final desencaden� una corrida financiera a�n mayor.
Aun as�, China sigue siendo una econom�a relativamente cerrada, que cuenta con mucho dinero, con un elevado super�vit corriente, con m�s de 3.6 billones de d�lares en reservas internacionales (algo as� como el tama�o de la econo�m�a alemana) y con capacidad presupuestaria para anunciar un poderoso paquete de est�mulo fiscal, con �nfasis en el gasto en in�fraestructura, si es que se precisara para estabilizar la econom�a.
El gigante asi�tico es quiz�s el m�ximo exponente de cuatro anomal�as que conforman un mortificante c�rculo vicioso: uno, vive plagado de burbujas aunque no est�n claros sus tama�os; dos, se sospecha que sus cifras econ�micas est�n trucadas; tres, su expansi�n est� sustentada en un intervencio�nismo brutal y a veces inesperado; y cuatro, ese propio intervencionismo convierte a su econom�a en una generadora de nuevos excesos y des�equilibrios. Se sabe que all� las cosas no marchan bien, pero en esa caja negra nadie sabe bien qu� puede pasar ni cu�ndo.

Archivos

crecimiento exportaciones.jpg
desaceleraci�n trimestral del pib.jpg
Indice de materias primas.jpg

Citación

Jos� Miguel Moreno, “China: el gigante asi�tico que a�n guarda sorpresas. Art�culo de prensa.,” Repositorio HISREDUC, consulta 13 de diciembre de 2025, http://repositorio.historiarecienteenlaeducacion.com/items/show/4249.