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Manifiesto: Otra salida de la crisis es posible.
Título
Manifiesto: Otra salida de la crisis es posible.
Autor
Asamblea de Movimientos del FSM en Madrid
Fecha
22/09/2009
Fuente
Foro Social Mundial de Madrid
Descripción
Manifiesto del Foro Social Mundial de Madrid sobre la necesidad de buscar alternativas al modelo económico y social capitalista.
Enlace
Otra salida de la crisis es posible
Los movimientos de Madrid que compartimos la Carta de principios del Foro Social Mundial queremos reclamar ante la ciudadanía la necesidad de buscar alternativas al modelo económico y social capitalista que está en el origen de la crisis actual. Para nosotros, y para millones de personas que se agrupan en los movimientos antiglobalización, la crisis de estos últimos años es la última expresión de un sistema socialmente injusto y destructor del planeta: “Estamos ante una crisis global provocada por el capitalismo, que no tiene salida dentro de este sistema” (FSM de Belén, Brasil, 2009).
De dónde partimos
Bajo la dictadura de las finanzas y las políticas neoliberales, la mayoría de la población mundial ha sido y es víctima de la explotación económica y la marginación política. En Europa y en España la globalización capitalista afecta a todos los ámbitos de nuestra vida y nos hace rehenes y cómplices de un sistema injusto y un modelo de desarrollo no sostenible que provocan deuda externa, esquilmación de recursos naturales, cambio climático irreversible y exclusión, represión y xenofobia hacia los sectores sociales más frágiles o más críticos, que con frecuencia son criminalizados, perseguidos y encerrados (caso de los CIES).
La violencia establecida y la manipulación mediática, en sus múltiples manifestaciones, se han normalizado y el bipartidismo a golpe publicitario impide la participación directa de la ciudadanía en el espacio público. La disolución de la frontera entre la política y los negocios refuerza la corrupción tanto de empresarios como de políticos, mientras la televisión y los principales periódicos contribuyen a adormecer las conciencias, silenciando el dolor de las víctimas y las voces de quienes exigen justicia.
En su condición de sometidas al sistema patriarcal y al capitalista, las mujeres padecen doble discriminación (triple entre las inmigrantes). Sufren violencia psicológica, física y sexual, existiendo para ellas un “techo de cristal” que las discrimina, les quita autonomía sobre su propio cuerpo (resistencias a la ley del aborto) y las relega a empleos menos cualificados y peor pagados, cargando con la mayor parte del trabajo en el hogar, la educación de los hijos y los cuidados a personas dependientes.
La respuesta oficial no sirve: más de lo mismo
Desde los poderes establecidos (cumbres del G-20 en Washington, Londres y Pittsburg, Foro de Davos, lobby europeo ERT, grandes medios de comunicación…) se repite machaconamente que la crisis es pasajera y básicamente financiera. Su salida de la crisis consiste en recuperar el modelo de crecimiento de años anteriores, lo que pasa por reactivar la espiral del crédito y de los negocios privados a costa de los trabajadores, mantener un modelo de crecimiento insostenible y seguir apostando por una rígida jerarquización en las relaciones Norte-Sur. Nosotros no estamos de acuerdo. La crisis es sistémica y global: de valores, política, económica, alimentaria y ecológica a escala planetaria.
Los gobiernos de los países ricos –incluida España- han aportado inmediatamente billones de euros para salvar a la banca privada y a las grandes empresas en crisis; en cambio, no consideran como objetivo inaplazable la desnutrición crónica de más de mil millones de seres humanos en los países del Sur.
Las empresas capitalistas, que acumularon en España inmensos beneficios en la década anterior sobre la base del estancamiento de los salarios y los contratos precarios de sus trabajadores, no dudan ahora en prescindir de ellos y en un solo año han destruido 1,5 millones de empleos. En más de un millón de hogares todos sus miembros activos están en paro lo que ha incrementado el número de personas indigentes y sin techo.
Los responsables políticos, en lugar de promover medidas de reparto del empleo y control de los beneficios, aplican parches que no se dirigen a la raíz de los problemas (como los recientes 420 euros a los parados que han agotado su prestación a partir del 1 de enero de 2009).
La banca privada y las cajas de ahorros –con la complicidad del Banco de España y demás poderes públicos- ganaron dinero a espuertas con las hipotecas en años anteriores y ahora son inflexibles con los deudores que no pueden pagar, muchos de ellos en paro (59.000 embargos en 2008).
La comunidad madrileña experimenta las anteriores contradicciones en términos superlativos, tanto en lo relativo a la desigualdad de la riqueza, como a la destrucción de empleo, embargos y privatización de servicios públicos. El presupuesto de sanidad pública en 2009 disminuyó respecto a años anteriores y para 2010, por primera vez, los recursos destinados a educación concertada superarán los destinados a enseñanza pública. Hasta el agua del Canal de Isabel II está dando pasos hacia su privatización.
Nuestras alternativas
Para salir de la crisis, exigimos y nos comprometemos a trabajar por:
La depuración de responsabilidades empresariales y políticas que la han favorecido, a la vez que reclamamos alternativas que vayan al fondo del problema y que permitan construir nuevas formas de producción, de consumo y de política económica en el medio y largo plazo.
Una economía social y cooperativa, orientada a satisfacer las necesidades de la población, no a la búsqueda del beneficio.
Una producción y consumo responsables, compatibles con el cuidado del medio ambiente, la biodiversidad y el necesario respeto a los límites de un planeta sobreexplotado. Defender la soberanía alimentaria y la no privatización del agua y de los recursos energéticos y minerales básicos.
Una banca pública bajo control social que sea parte de los servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad, la vivienda o las diversas formas de protección social. Hay que poner freno a los procesos de privatización en marcha y promover una gestión participativa de los recursos públicos (presupuestos participativos y demás iniciativas en ese sentido).
Un sistema fiscal progresivo que grave enérgicamente las ganancias del capital, las rentas y patrimonios más altos y el consumo de productos de lujo; que castigue duramente el fraude fiscal, los depósitos en paraísos fiscales y cualquier otra forma, abierta o encubierta, de evasión de impuestos o de trato privilegiado a los más ricos (como las SICAV).
Frente al desempleo y los despidos masivos en coyunturas de crisis, una drástica reducción de la jornada laboral y reparto del trabajo. La clase asalariada no tiene por qué pagar la crisis que provocan los capitalistas.
Una renta básica universal no condicionada que podría financiarse con un impuesto a las rentas más altas y mediante una reducción drástica de los gastos militares (actualmente diez veces mayores que toda la Ayuda al desarrollo).
Una democracia más real a todos los niveles, basada en la justicia social y de género, y en la igualdad de derechos sin discriminación para el conjunto de la población mundial –“ningún ser humano es ilegal”- y nuevas fórmulas de organización internacional donde todos los pueblos de la tierra tengan el mismo peso político y puedan dirimir sus conflictos sin que la violencia sea nunca una estrategia para nadie.
En el plano local nos proponemos recuperar Madrid como espacio público de la ciudadanía en base a los criterios apuntados, lo que será posible mediante la movilización, la coherencia personal y colectiva, y la confianza en que, si nos lo proponemos, “otra salida de la crisis es posible”. Este es el lema consensuado para el décimo aniversario del FSM, que será descentralizado en todo el mundo en 2010 y que en Madrid lo celebraremos en el mes de enero (más información en www.forumsocialmundial.org.br y www.fsm09madrid.org).
¡Otro mundo es posible, otra economía también!
¡Los seres humanos y la naturaleza no son mercancías!
Los movimientos de Madrid que compartimos la Carta de principios del Foro Social Mundial queremos reclamar ante la ciudadanía la necesidad de buscar alternativas al modelo económico y social capitalista que está en el origen de la crisis actual. Para nosotros, y para millones de personas que se agrupan en los movimientos antiglobalización, la crisis de estos últimos años es la última expresión de un sistema socialmente injusto y destructor del planeta: “Estamos ante una crisis global provocada por el capitalismo, que no tiene salida dentro de este sistema” (FSM de Belén, Brasil, 2009).
De dónde partimos
Bajo la dictadura de las finanzas y las políticas neoliberales, la mayoría de la población mundial ha sido y es víctima de la explotación económica y la marginación política. En Europa y en España la globalización capitalista afecta a todos los ámbitos de nuestra vida y nos hace rehenes y cómplices de un sistema injusto y un modelo de desarrollo no sostenible que provocan deuda externa, esquilmación de recursos naturales, cambio climático irreversible y exclusión, represión y xenofobia hacia los sectores sociales más frágiles o más críticos, que con frecuencia son criminalizados, perseguidos y encerrados (caso de los CIES).
La violencia establecida y la manipulación mediática, en sus múltiples manifestaciones, se han normalizado y el bipartidismo a golpe publicitario impide la participación directa de la ciudadanía en el espacio público. La disolución de la frontera entre la política y los negocios refuerza la corrupción tanto de empresarios como de políticos, mientras la televisión y los principales periódicos contribuyen a adormecer las conciencias, silenciando el dolor de las víctimas y las voces de quienes exigen justicia.
En su condición de sometidas al sistema patriarcal y al capitalista, las mujeres padecen doble discriminación (triple entre las inmigrantes). Sufren violencia psicológica, física y sexual, existiendo para ellas un “techo de cristal” que las discrimina, les quita autonomía sobre su propio cuerpo (resistencias a la ley del aborto) y las relega a empleos menos cualificados y peor pagados, cargando con la mayor parte del trabajo en el hogar, la educación de los hijos y los cuidados a personas dependientes.
La respuesta oficial no sirve: más de lo mismo
Desde los poderes establecidos (cumbres del G-20 en Washington, Londres y Pittsburg, Foro de Davos, lobby europeo ERT, grandes medios de comunicación…) se repite machaconamente que la crisis es pasajera y básicamente financiera. Su salida de la crisis consiste en recuperar el modelo de crecimiento de años anteriores, lo que pasa por reactivar la espiral del crédito y de los negocios privados a costa de los trabajadores, mantener un modelo de crecimiento insostenible y seguir apostando por una rígida jerarquización en las relaciones Norte-Sur. Nosotros no estamos de acuerdo. La crisis es sistémica y global: de valores, política, económica, alimentaria y ecológica a escala planetaria.
Los gobiernos de los países ricos –incluida España- han aportado inmediatamente billones de euros para salvar a la banca privada y a las grandes empresas en crisis; en cambio, no consideran como objetivo inaplazable la desnutrición crónica de más de mil millones de seres humanos en los países del Sur.
Las empresas capitalistas, que acumularon en España inmensos beneficios en la década anterior sobre la base del estancamiento de los salarios y los contratos precarios de sus trabajadores, no dudan ahora en prescindir de ellos y en un solo año han destruido 1,5 millones de empleos. En más de un millón de hogares todos sus miembros activos están en paro lo que ha incrementado el número de personas indigentes y sin techo.
Los responsables políticos, en lugar de promover medidas de reparto del empleo y control de los beneficios, aplican parches que no se dirigen a la raíz de los problemas (como los recientes 420 euros a los parados que han agotado su prestación a partir del 1 de enero de 2009).
La banca privada y las cajas de ahorros –con la complicidad del Banco de España y demás poderes públicos- ganaron dinero a espuertas con las hipotecas en años anteriores y ahora son inflexibles con los deudores que no pueden pagar, muchos de ellos en paro (59.000 embargos en 2008).
La comunidad madrileña experimenta las anteriores contradicciones en términos superlativos, tanto en lo relativo a la desigualdad de la riqueza, como a la destrucción de empleo, embargos y privatización de servicios públicos. El presupuesto de sanidad pública en 2009 disminuyó respecto a años anteriores y para 2010, por primera vez, los recursos destinados a educación concertada superarán los destinados a enseñanza pública. Hasta el agua del Canal de Isabel II está dando pasos hacia su privatización.
Nuestras alternativas
Para salir de la crisis, exigimos y nos comprometemos a trabajar por:
La depuración de responsabilidades empresariales y políticas que la han favorecido, a la vez que reclamamos alternativas que vayan al fondo del problema y que permitan construir nuevas formas de producción, de consumo y de política económica en el medio y largo plazo.
Una economía social y cooperativa, orientada a satisfacer las necesidades de la población, no a la búsqueda del beneficio.
Una producción y consumo responsables, compatibles con el cuidado del medio ambiente, la biodiversidad y el necesario respeto a los límites de un planeta sobreexplotado. Defender la soberanía alimentaria y la no privatización del agua y de los recursos energéticos y minerales básicos.
Una banca pública bajo control social que sea parte de los servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad, la vivienda o las diversas formas de protección social. Hay que poner freno a los procesos de privatización en marcha y promover una gestión participativa de los recursos públicos (presupuestos participativos y demás iniciativas en ese sentido).
Un sistema fiscal progresivo que grave enérgicamente las ganancias del capital, las rentas y patrimonios más altos y el consumo de productos de lujo; que castigue duramente el fraude fiscal, los depósitos en paraísos fiscales y cualquier otra forma, abierta o encubierta, de evasión de impuestos o de trato privilegiado a los más ricos (como las SICAV).
Frente al desempleo y los despidos masivos en coyunturas de crisis, una drástica reducción de la jornada laboral y reparto del trabajo. La clase asalariada no tiene por qué pagar la crisis que provocan los capitalistas.
Una renta básica universal no condicionada que podría financiarse con un impuesto a las rentas más altas y mediante una reducción drástica de los gastos militares (actualmente diez veces mayores que toda la Ayuda al desarrollo).
Una democracia más real a todos los niveles, basada en la justicia social y de género, y en la igualdad de derechos sin discriminación para el conjunto de la población mundial –“ningún ser humano es ilegal”- y nuevas fórmulas de organización internacional donde todos los pueblos de la tierra tengan el mismo peso político y puedan dirimir sus conflictos sin que la violencia sea nunca una estrategia para nadie.
En el plano local nos proponemos recuperar Madrid como espacio público de la ciudadanía en base a los criterios apuntados, lo que será posible mediante la movilización, la coherencia personal y colectiva, y la confianza en que, si nos lo proponemos, “otra salida de la crisis es posible”. Este es el lema consensuado para el décimo aniversario del FSM, que será descentralizado en todo el mundo en 2010 y que en Madrid lo celebraremos en el mes de enero (más información en www.forumsocialmundial.org.br y www.fsm09madrid.org).
¡Otro mundo es posible, otra economía también!
¡Los seres humanos y la naturaleza no son mercancías!
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Citación
Asamblea de Movimientos del FSM en Madrid, “Manifiesto: Otra salida de la crisis es posible.
,” Repositorio HISREDUC, consulta 23 de diciembre de 2024, http://repositorio.historiarecienteenlaeducacion.com/items/show/4335.