Internet en China. Entrevista a Manuel Ollé.

Título

Internet en China. Entrevista a Manuel Ollé.

Autor

Daniel Méndez

Fecha

31/05/2010

Fuente

Zaichina

Descripción

Entrevista con Manel Ollé, profesor de historia y cultura de China en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona

Texto original

Entrevista con Manel Ollé, profesor de historia y cultura de China en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona

La semana pasada se celebró en Madrid el II Asia Geek, donde se debatió sobre las tendencias sociales, el uso de Internet y las tribus urbanas en varios países asiáticos, entre ellos China. Uno de sus participantes fue Manel Ollé, profesor de historia y cultura de China en la Universidad Pompeu Fabra y autor de libros como “La empresa de China”“Made in China” (en la imagen de la izquierda) o “La Xina que arriba”.

Manel Ollé ha destacado entre otras muchas cosas por su conocimiento sobre la literatura contemporánea china, el cine asiático, las modas juveniles y el mundo de Internet en China. Aprovechando la celebración del II Asia Geek, le hemos hecho una entrevista por email en la que abordamos la situación de la Web en el gigante asiático:

ZaiChina: China es el país con mayor número de internautas del mundo, donde los usuarios más participan y donde el fenómeno de Internet, sobre todo entre los jóvenes urbanos, alcanza unas dimensiones difíciles de encontrar en ningún otro país. ¿Por qué pasa todo esto? ¿Por qué Internet se ha convertido en algo tan grande en China?

Manel Ollé: Con sus más de 1.350 millones de habitantes, las cifras absolutas en China siempre resultan apabullantes a escala comparativa en cualquier ámbito. Sin embargo, el porcentaje de internautas en relación al conjunto de la población se encuentra en China en una zona media a nivel internacional. Todavía hay terreno para crecer. El proceso de urbanización en el que se encuentra la sociedad china y la progresiva capilaridad de la red en ámbitos rurales marcarán las líneas de avance en el futuro.

Lo realmente impresionante en China es la vertiginosa velocidad de crecimiento de Internet, el amplio porcentaje de banda ancha y el importante avance del acceso desde telefonía movil

Lo realmente impresionante en China es la vertiginosa velocidad de crecimiento de Internet, el amplio porcentaje de banda ancha y el importante avance del acceso desde telefonía movil, fenómeno que puede abrir el paso a un tercer paradigma de la Red. Sería en la direccion hacia una red 3.0 donde la sincronicidad, la interactividad y la ubicuidad de la recepción se refuercen con el aumento de la capacidad de acceso y de aportación de contenidos inmediatos y también ubícuos, integrado al discurrir cotidiano y al desarrollo del sujeto individual: liberado de las limitaciones del marco institucional y tendente al consumo pasivo del cibercafé, el hogar o el puesto de trabajo.

La avidez de ocio, comunicación e información digital en China se puede explicar desde varias perspectivas complementarias. De entrada hay que considerar que el impacto social de Internet en China ha sido muy importante en virtud de un previo paisaje social muy distinto al de las sociedades abiertas de Europa o Norteamérica. Internet irrumpe en China sobre un espacio comunicativo previo muy controlado, cerrado, unidireccional y aislado del resto del mundo. China presentaba a principios del siglo XXI una sociedad civil y una esfera pública en transformación pero aún débil, atomizada, rígida y oficialista. Internet irrumpe en China a contraluz de un paisaje de comunicación audiovisual de masas y unas opciones de ocio para los jóvenes mucho menos disversificadas que las de Europa o Estados Unidos.

Si nos fijamos en el ámbito televisivo, los cambios en la CCTV son en la última década relevantes pero aún tímidos. Informativamente es una cadena oficialista y muy limitada. Desde la perspectiva del ocio, las emisoras locales o regionales y la recepción limitada de canales exteriores como el canal en mandarín de la corporación hongkonesa del grupo Murdoch Star TV han abierto nuevas opciones de consumo de ficción audiovisual de entretenimiento, basadas en géneros populares (cine de acción, kung-fu, wuxia, relatos históricos y románticos de época imperial –guzhuang-…) que se han desplazado en parte a Internet. Por todo ello el impacto transformador de una misma tecnología, de unas mismas plataformas y formatos es mucho mayor en China. La necesidad de ocio, información y autocomunicacion ha liberado energías latentes, especialmente entre los jóvenes urbanos.

ZaiChina: ¿En general, cuáles son las principales diferencias entre los internautas chinos y los internautas occidentales? ¿Cuáles son las particularidades del Internet en China?

Hay una pauta de consumo en China orientada al ocio y a la socializacion

Manel Ollé: Es ya comparativamente muy alto en China el índice medio de cantidad de horas de conexión diaria. Prospecciones recientes hablan de 2,7 horas de conexión media diaria, frente a los 2,3 que tiene Estados Unidos. En este parámetro, Japón sigue liderando la cantidad de conexión diaria con 2,9 horas diarias de promedio. El marco dominante del cibercafé con decenas o centenares de puestos de acceso, al que se acude a jugar y a competir en contiendas digitales on-line, a visionar en streaming contenidos audiovisuales o a comunicar y conversar a distancia, nos indica que hay una pauta de consumo en China orientada al ocio y a la socializacion. Ésta es una pauta en cierta medida compartida con Japón y Corea del Sur, pero más relevante para una China con un índice relativamente bajo de conectividad en telefonía fija, con millones de jovenes desplazados (población flotante) y con unos ámbitos de socialización para los jóvenes aún escasos o prohibitivos para importantes segmentos de la población.

Este perfil de acceso de larga duración y de localización en salas “arcade” de ocio juvenil, llenas de humo, muchas veces situadas en sótanos, centros de ocio, hoteles o locales de grandes dimensiones, donde se congregan subculturas de juegos on-line y consumo de productos audisovisuales de masas (cine de género, seriales, contenidos televisivos) conlleva en China una connotación en el discurso oficial de una cierta carga crítica moral y peyorativa, asociada a conductas asociales y de riesgo. Según esta connotación oficial, estos cibercafés pueden conducir al incauto jovenzuelo ciberadicto a la “polución espiritual”, a la comisión de delito o incluso a ingresar en algunos de los centenares de espartanos centros de rehabilitación (alegales y en los que se han denunciado y probado conductas de gran dureza punitiva como palizas o electroshocks). Esta crítica moral institucional del consumo digital induce al autocontrol y sirve para legitimar y justificar la supervisión moral de contenidos, la tutelación del acceso, la “armonización” de la red: la censura, en definitiva.

Otro rasgo relevante de la red en China se encuentra en la relevancia que tiene en ella la sincronicidad y la viralidad como estrategia mayoritaria para comunicar y publicar de repente contenidos urgentes. En China cuentan con una gran vitalidad los foros de mensajes de difusión instantánea, los llamados BBSEstos foros de ocio y opinión se convierten en difusores de subjetividades, tendencias y mensajes de todo color y pelaje: por ellos se incendian y difunden de repente modas, curiosidades, bromas o mensajes cibernacionalistas de jóvenes airados; por ellos se difunden súbitos contagios virales y en ellos irrumpen y sortean la supresion armonizadora noticias incómodas, conflitos remotos o críticas y cibergamberradas.

ZaiChina: En los últimos meses, varios internautas comienzan a dudar de algunos fenómenos supuestamente salidos de Internet y el apoyo desinteresado popular. Más de uno comienza a pensar que son las empresas las que están detras de los fenómenos mediáticos que surgen en la Red como los personajes de Fengjie o Xilige. ¿Están las empresas comenzando a meter mano en las redes sociales y fórums chinos?

Manel Ollé: Creo que hay que intentar huir por igual de las ingénuas y bienintencionadas visiones utópicas de una red liberadora de tendencias y fuerzas sociales, capaz de vehicular la inventiva espontánea y de ensamblar conocimientos compartidos y saberes colaborativos; como también hay que huir mismamente de una visión unilateralmente distópica de una red que acrecenta la capacidad de control estatal y corporativa, de propaganda y creación de consensos desde el poder politico y económico, que banaliza los contenidos y convierte al ciudadano en mero individuo consumidor de basuras intoxicadoras e itinerantes, aislado y sometido a una simulacro de participación y de comunicación.

Imaginar que los portales y buscadores priorizan enlaces en función de un interés genuino y olvidar que ocultan y ensombrecen lugares es tan fantasioso como negar el potencial de opinión y de visualización de percepciones, tendencias o tensiones que hay en la Red. Aunque parezca paradójico, ambas dinámicas acrecentan su poder en Internet. No es necesario recurrir a teorías conspirativas, pero la Red es también un asunto de negocio. Y en China, el e-comercio, de la mano de Alibaba, de Tencent o Ctrip se ha triplicado en el último año…El caso del indigente “cool” entronizado en las pasarelas del estilo y la moda virtual, Xilige (犀利哥), probablemente no surge de ningún departamento de marketing pero sí que ciertamente es rápidamente reutilizado y digerido comercialmente, en China y a escala global. Incluso tuvo su minuto de gloria en el programa “Se lo que hicisteis” de la televisión española La Sexta… Los relatos y formatos mutiplataforma, que se retroalimentan entre pantallas televisivas, de móviles y de las redes sociales, cada día son más importantes.

ZaiChina: Hasta hace bien poco, o incluso en la actualidad, el Internet chino se ha caracterizado por la copia de otros modelos occidentales o asiáticos (copias de Twitter, Facebook, Youtube…). ¿Van a pasar las webs chinas a crear sus propios productos -si es que no lo han hecho ya-? ¿Qué puede aportar China al resto del mundo en cuanto a Internet?

Cabe ver en la generación de formatos propios, clónicos o muy similares a los de circulación global, un primer paso a la futura y previsible capacidad de generar formatos propios y con potencial capacidad de incidencia global.

Manel Ollé: De entrada ya es relevante que los cibernatutas chinos no se limiten a usar pasivamente versiones en lengua china de las plataformas, buscadores, portales y redes sociales de factura norteamericana (como tiende a hacer el internauta español y europeo en general). Cabe ver en la generación de formatos propios, clónicos o muy similares a los de circulación global, un primer paso a la futura y previsible capacidad de generar formatos propios y con potencial capacidad de incidencia global.Es ésta una tendencia asiátia general. También en Japón y Corea del Sur hay formatos localizados, de ámbito propio. Al margen de la adecuación de las plataformas y formatos globales de factura norteamericana a pautas de diseño, de gestión de la información y de juegos sociales específicamente asiáticos, empiezan a detectarse tendencias y formatos propios.

Evidentemente en China a esta tendencia a replicar y repetir con variaciones los formatos internacionales y de este modo generar clones específicamente chinos de Youtube, Facebook, Wikipedia, Twitter, Google…(y no meras versiones en lengua china), contribuye sin duda en gran medida el hecho de que estas plataformas globales sean objeto de la censura, más o menos intermitente y más o menos sorteable por el internauta avezado. Es un factor que influye, como también el nacionalismo de unas pautas de consumo digital que confían más en un espacio propio que en uno generado en Estados Unidos. Sin embargo, creo que el factor determinante es su capacidad de “localizar” los formatos globales a unas pautas de consumo locales, a un estilo comunicativo, a unas demandas de contenidos y hábitos sociales específicos, más acordes al mercado chino, que el formato estándar global no satisface del todo.

En cuanto a la potencial influencia gobal de la Red china y a su capacidad de exportación, es deseable que su ascendente futuro no se quede en mostar a una parte del mundo gobernada por regímenes autocráticos que es posible implementar internet con filtros y controles preventivos que aseguran un carácter inocuo y de limitada peligrosidad subversiva. Estos controles dejan a la minoría tecnificada y siempre inquieta márgenes mayores, pero al mismo tiempo controlan contagios y males mayores hacia la mayoría acrítica y amorfa de usuarios de la Red: una mayoría que se quiere adormilada en usos meramente lúdicos y evasivos en Internet. La China joven, urbana y creativa, germen y embrión de una sociedad civil vibrante y dinámica, que en otros ámbitos de la cultura y la creacion ya está compartiendo con el mundo contendidos capaces de cifrar la experiencia de la modernidad, sin duda no tardará en plasmar tambien en la Red aportaciones, formatos y contenidos de interés.

ZaiChina: En los últimos dos años, coincidiendo con las crisis económica y con la celebración de importantes aniversarios en 2009, hemos visto un mayor control y censura de Internet, bloqueando sitios extranjeros como Facebook, Twitter y Youtube o nacionales como el servicio de blogs Bullog.cn. ¿Se está perfeccionando la censura? ¿Funciona? ¿O el Internet chino es tan vibrante que es sencillamente imposible de controlar?

Manel Ollé: El perfecccionamiento del proceso de control no ha dejado de producirse y se acentuó especialmente desde 2004: en aquel año se completó la implementación de los filtros sistemáticos de direcciones IP, filtro y redirección de DNS, filtro de URL y bloqueos semánticos en buscadores del “cortafuegos dorado” (金盾工程, jīndùn gōngchéng), conocido popularmene como “Great Firewall of China”. En paralelo a este proceso tecnológico, la “ciberpolicia” (más de 50.000 agentes estimados) dedicada a gestionar y aplicar esta herramienta de filtro automatizado (de procedencia norteamericana) no ha dejado de crecer y entró en una fase de descentralización del control con la creación de unidades municipales y regionales de control policial de la Red. Fue determinante en 2004 el inicio de una nueva política de control de los puntos de acceso: se cerraron una gran parte de cibercafés y los que quedaron fueron obligados a franquiciarse y a derivar hacia locales comerciales orientados al ocio. Estas cadenas franquiciadas fueron obligadas (si no querían ser clausuradas) a ejercer medidas propias de control: estricta identificación de usuarios, grabación con cámara de las salas y pantallas de acceso, filtraje propio de los ordenadores, etc.

En la misma dirección han apuntado las exigencias de control de contenidos a los supervisores de los foros BBS, a las plataformas de blogs o a los titulares de páginas web: la exigencia reciente de registrar al responsable civil de cada página tiende a potenciar esta autocensura. La gran publicitación de los casos de detenciones y condenas de cibernautas acusados de uso indebido de la Red, así como las medidas disuasorias (las visitas de miembros de la policía a blogueros, internautas u opinadores que son invitados “a tomar una taza de té” y a recapacitar sobre la conveniencia de interrumpir sus actividades) se orientan a crear la sensación de miedo y favorecer la autocensura. Es también destacable la estrategia de la creación inducida de opinión, del “spin-off” basado en el pago (wumao) por la inserción de comentarios favorables a las tesis del partido en los muy concurridos e influyentes foros BBS… Son todas ellas estrategias tendentes al “Panopticon”, a la omnisciencia invisible a la que aspiraba el filósofo británico Jeremy Bentham en 1785, diseñador de la utópica prision que bautizó con ese nombre y donde el prisionero es siempre visible, siempre observado sin que se dé cuenta.

Sin embargo, a pesar de todo, mi percepción (y tambien la del escritor Liu Xiaobo -刘晓波-, que lleva una temporada entre unas rejas nada virtuales) es más bien optimista. La Red ha caído como agua de mayo en la sociedad china, le ha aportado un caudal de información global y un espacio de autocomunicación propio, un espejo de visibilidad y de amplificación de diversidades y matices sin precedentes, que pueden con todas la murallas con que se la quiera encorsetar. Lo relevante en la Red china no es la censura, sino todo lo que en ella pasa a pesar suyo. Por si sola no transforma nada, pero tiene un gran potencial transformador. Y aunque incipiente y desarticulada, hay en China un potente fermento de sociedad civil, un contingente de estudiantes, abogados, profesionales liberales, periodistas, escritores y creadores siempre dispuestos a hacer crecer la esfera pública, a ir siempre un poco o un mucho más lejos de lo que marcan los límites establecidos.

ZaiChina: En China se habla con frecuencia de las enormes diferencias que ha creado el desarrollo económico en los últimos 30 años (campo/ciudad, costa/interior, ricos/pobres…). Internet parece incluso ahondar en estas diferencias y crear otra nueva división, con un nuevo lenguaje, nuevas formas de vida, diferentes fuentes de información… ¿Se podría hablar de una brecha, mucho más profunda que en el resto de países, entre aquellos que viven con Internet y aquellos que no?

Manel Ollé: No creo que Internet sea ni el responsable ni el acrecentador de la polarización social en China. Para los desplazados y los millones de “sin papeles” ilegales que habitan las ciudades chinas con un hukou agrario, para esta población flotante (youmin) urbana que trabaja a destajo, Internet representa un mecanismo de ocio y comunicación: casi el único que tienen. Para la diáspora exterior más precarizada representa también un vínculo de comunicación, ocio y cultura accesible. Y para el mundo “rurbano” (rural-urbano) cada día más capilarmente conectado, el acceso a Internet puede ser una señal de esperanza. De momento, lo que básicamente ofrece es un espejismo: muestra –tal como ya lo hacen desde hace décadas las pantallas televisivas- ante los ojos de esta China marginada del festín de la modernidad, ante los ojos de esta China rural y mayoritaria, el espejismo satinado y translúcido de una China rica y moderna, ociosa, brillante, apetecible y cosmopolita, seducida por el lujo, el individualismo y el hedonismo…y felizmente liderada por la mano sabia del Partido, una China que estando bajo el cobijo del mismo país, se encuentra a años luz, en alguna cibergalaxia lejana.

ZaiChina: ¿Cuáles son tus sitios preferidos del Internet chino? ¿Tienes alguna joya que nos puedas recomendar?

Manel Ollé: Me gusta Douban, red social de intercambio de informacion sobre cine, música, libros, cultura y ocio: muy útil para captar tendencias, conocer novedades, etc.

► Me gusta el portal con los presentadores estrella de la cadena televisiva Phoenix (凤凰 –Fenghuang-), radicada en Hong Kong pero de ámbito “pan-chino”, aunque sólo visible a través de Internet o en canales de cable restringidos. Se calcula que forma parte del repertorio televisivo que ya reciben por cable alrededor de 50 millones de chinos en la República Popular. A través de ella puedo acceder –entre otras cosas- a los programas sobre libros de Liang Wendao (梁文道); a las entrevistas a escritores o gente de la cultura de Xu Gehui (许戈辉); a las entrevistas más mundanas de gente muy diversa de Chen Luyu (陈鲁豫); o las conversaciones a tres bandas de Dou Wentao (窦文涛) sobre temas de cultura, sociedad y actualidad.

► De vez en cuando miro alguna película en streaming en el portal de cine de Sina.

► Me interesa el blog del (para mí) mejor escritor chino del momento, Yu Hua (余华):

► También me interesan los apuntes en el blog de Xu Hui (许晖), un escritor independiente.

► Para conocer novedades o escuchar música de grupos chinos acudo a veces a Song Taste.

► Me interesa el blog del periodista independiente Zuola, Zhou Shuguang (周曙光).

 Un blog de referencia es el de Wang Xiaofeng (王小峰).

► También me interesa el blog de Xu Jinglei (徐静蕾), actriz y directora de cine. Su blog es uno de los más leídos en China.

► Y por su enorme impacto sociológico y por el descaro y la independencia de sus posts, no puedo dejar de interesarme por el blog de Han Han (韩寒).

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Internet en China - Entrevista con Manel Ollé _ ZaiChina.pdf

Citación

Daniel Méndez, “Internet en China. Entrevista a Manuel Ollé.,” Repositorio HISREDUC, consulta 21 de noviembre de 2024, http://repositorio.historiarecienteenlaeducacion.com/items/show/5045.

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