Yeltsin descarta la URSS que defiende Gorbachov

Yeltsin descarta la URSS que defiende Gorbachov

Sebastián Serrano

08/12/1991

El País

El presidente ruso, Borís Yeltsin, ahogó ayer por una alianza de las repúblicas eslavas que configure las líneas maestras del futuro político de la ex URSS y descartó de manera definitiva el tipo de unión que defiende el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov.

El presidente ruso, Borís Yeltsin, ahogó ayer por una alianza de las repúblicas eslavas que configure las líneas maestras del futuro político de la ex URSS y descartó de manera definitiva el tipo de unión que defiende el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov. Aunque Yeltsin no ha definido con precisión su proyecto, de sus declaraciones se colige que no se opone a la posición de Ucrania de suprimir prácticamente el poder central y otorgar casi todo el poder político a las repúblicas. Gorbachov, por el contrario, pretende un equilibrio entre los poderes del nuevo centro y los Estados soberanos.

Para definir con precisión una propuesta, Yeltsin inició ayer en territorio bielorruso una reunión con el presidente ucranio, Leonid Kravchuk, y con el presidente del Parlamento de Bielorrusia, Stanislav Shushkévich. Se trata de los máximos dirigentes de las tres repúblicas eslavas, cuya población conjunta se aproxima al 75% del total de la ex URRS. A las conversaciones no ha sido invitado Mijaíl Gorbachov. Con su intercambio de opiniones, que proseguirá hoy, los líderes eslavos tratarán de acordar una posición común que será expuesta mañana, lunes, en una nueva reunión en la que de nuevo participarán los tres y el presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáiev -todos ellos representantes de las repúblicas nuclearizadas-. Esta vez sí asistirá Gorbachov.En el mismo discurso pronunciado ante el Parlamento bielorruso en que abogó por la alianza de las repúblicas eslavas, Yeltsin consideró fracasada la idea de Estado confederal basado en el principio de dualidad de poder entre el centro y las repúblicas. Cualquier intento de preservar un centro, agregó, podría dar pie al renacimiento del "sistema que nos ha conducido a un callejón sin salida". En su opinión, la propuesta formulada por Gorbachov "tiene cada vez menos partidarios en las repúblicas y podría llegar el día que nadie se sentara en la mesa a negociar".

El presidente ruso, sin embargo, no formuló una propuesta concreta para articular la nueva alianza o comunidad de Estados independientes y dejó prácticamente en manos del ucranio Kravchuk la configuración concreta del futuro político de la ex URSS. "Lo más importante en estos momentos", dijo, "es no pedimos uno a otro aquello que es imposible". Kravchuk ha expresado reiteradamente que su patrón a seguir es la Comunidad Europea (CE), aunque, en este caso, al vínculo económico que ha definido fundamentalmente a la CE hasta ahora debería sumarse la configuración de un ámbito común de defensa, dada la necesidad de mantener bajo un mando común el arsenal nuclear.

A modo de advertencia, Yeltsin dijo que si finalmente no se llegara a establecer la alianza eslava que propone por la insistencia de Ucrania en permanecer totalmente al margen, se situarían "en lados opuestos de la barricada

También lanzó una andanada contra Gorbachov al señalar que "en estos momentos realmente históricos no podemos crear el pánico o desesperamos".

Ante la posibilidad de que la falta de acuerdo sobre el futuro de la ex URSS dejara en el aire quién va a pagar a los funcionarios soviéticos el próximo año, Yeltsin ya dejó claro el sábado que, a partir del 1 de enero, él mismo se iba a encargar de subirles el sueldo a los militares. "Si no existe unión", precisó a la agencia Interfax, "Rusia asumirá incondicionalmente toda la responsabilidad por el Ejército". Gorbachov efectuó ayer un relevo en la mismísima jefatura del Estado Mayor del Ejército: destituyó al general Vladímir Lóbov y nombró en su lugar al general Víktor Samsónov, el jefe de las fuerzas de San Petesburgo que cuando se produjo el golpe de agosto desobedeció las órdenes de Moscú y se negó a entrar en la ciudad.

En su discurso ante el Parlamento bielorruso, Borís Yeltsin subrayó también la necesidad de llevar adelante de manera conjunta e inmediata una reforma económica radical y reiteró su voluntad de liberalizar los precios el próximo día 16 de diciembre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de diciembre de 1991